SEMINARIO
DE POSGRADO
INCIHUSA-CONICET
Ideas,
Ideales e Ideologías de ciudad en
América Latina
SEMINARIO
DE POSGRADO
INCIHUSA
CONICET
Ideas,
Ideales e Ideologías de ciudad en
América Latina
Dictado por el Dr. Adrián Gorelik; UNQ-CONICET
TRABAJO
FINAL
“Ciudades periféricas como arenas
culturales”,
(Rusia, Austria, América Latina)
Richard Morse.
1.INTRODUCCIÓN.
“Con frecuencia,
los filósofos son como niños pequeños que empiezan por hacer rayas
caprichosas con
un lápiz sobre un papel, y después preguntan a los adultos: ¿Qué es?. Lo que
sucedió fue esto:
el adulto le había dibujado con frecuencia algo al niño y le había dicho: ·esto
es un hombre·, y
·esto es una casa·, etc. Y ahora el niño pinta también rayas y pregunta:·¿Qué
es esto·?”
Wittgenstein, 1931[1]
a.Datos generales:
“La
obra que Richard Morse desarrolló desde la década de 1950 sobre la ciudad
latinoamericana se mantiene con plena vigencia hasta el día de hoy,
constituyendo un valioso antecedente para interpretar la historia cultural de nuestro continente. En su obra la ciudad desempeña
un rol central en tanto agente inductor de la modernidad occidental en América,
aún cuando en su producción historiográfica la ciudad latinoamericana se aborda
como un problema cultural que pone en entredicho las hipótesis modernizadoras,
que implícitamente suponen que en su evolución ésta repite con cien años de
atraso los procesos de modernización del viejo continente”.
Frente
a estos planteamientos, Morse se pregunta por las constantes que permitan
interpretar el proceso histórico-cultural
de la modernidad en los países de la región, más allá de las perspectivas que
simplemente equiparan este proceso con la modernización. De esta manera, Morse
ubica a la ciudad latinoamericana en el marco de una problemática cultural de
la propia historia occidental, reivindicando el rol cultural de la periferia
urbana en Europa (San Petersburgo, Viena) y luego en Latinoamérica (la “segunda
periferia”).
En
el borde de Occidente, Morse se lanza a identificar así los espacios urbanos
que organizan “arenas culturales”, topología de la modernidad que quiebra
finalmente la relación entre centro y periferia, tal como había sido entendida
hasta entonces.”
(Introducción
al artículo de referencia, de la publicación: “Bifurcaciones”. Ver el artículo
completo de nuestro análisis en: http://www.bifurcaciones.cl/003/reserva.htm)
b. Datos biográficos:
Richard Morse es una figura infaltable para
los estudios de la cultura latinoamericana. Nació en Estados Unidos en 1922, y
estudió Humanidades en la Universidad de Columbia. Para su tesis de Doctorado,
eligió un tema sobre la Ciudad de San Pablo, en Brasil. En 1947 conoce este
país, y en 1952 se publica su tesis, “From Comunity to Metropolis: a biography of Sau Paulo”, que
abre el campo de estudios sobre la ciudad latinoamericana. A partir de este
trabajo, su obra no deja de crecer. En 1962 se incorpora a la Universidad de Yale, y permanece en ella
hasta 1978: sus temas de investigación permiten introducir los estudios sobre
el “Tercer mundo”. Se aboca a la investigación en un Programa de Estudios
Latinoamericanos. Se relaciona con Ángel Rama, Marta Traba, Jorge Hardoy y
otros intelectuales latinoamericanos.
Entre 1978 y 1984 forma parte de la Universidad de Stanford. Vinculado al Centro Latinoamericano de Ciencias
Sociales, Morse publica sus ensayos referidos a la Cultura Urbana de América
Latina.
Su
obra más conocida es “El espejo de Próspero”, (traducida al español en 1982),
estudios de la Dialéctica del Nuevo Mundo, la que genera grandes polémicas. En
este libro parte del S XII y termina con una mirada arriesgada al futuro de las
Américas. En esta obra se mezcla lo literario, lo metodológico histórico y lo
ideológico. Reivindica el papel lateral de América Latina en la Modernización.
Guiado por los principios de la Escuela de Frankfurt[2], con
respecto a las ideas sobre la realidad del individuo en la sociedad de
consumo, Morse interpreta como virtudes algunos de los problemas de América
Latina, generando adversarios y adherentes apasionados.
Morse
mantiene en su obra, la confianza en las fuerzas culturales propias, que
detecta en los primeros estudios, abriendo la puerta a otros destinos de la
investigación urbana; y no piensa en Latinoamérica como los “otros”, ni como
subordinados al gran recorrido occidental. Muere en Haití, en el año 2001.
2.SÍNTESIS DEL TEXTO y DESARROLLO
:
“Ciudades ·periféricas· como
arenas culturales (Rusia, Austria, América Latina)” [3]
·
ALGUNAS CONSIDERACIONES:
El texto
de Morse, se inscribe en una perspectiva histórico-cultural sobre la ciudad
latinoamericana, de un modo crítico, rompiendo con algunas de las ideas
vigentes en ese momento en cuanto a la evolución urbana y el desarrollo de las
ciudades. Cuestiona así la confianza en la modernidad y abre la puerta a otros
tipos de “desarrollos” impensados anteriormente.
Este
trabajo es parte de un libro que reúne ensayos gestados en el “VIII Simposio
sobre la urbanización en América Latina desde sus orígenes hasta nuestros días,
celebrado en Stanford, California en 1982, y del que Morse, junto con Hardoy,
es el compilador.
Morse,
en su trabajo, reflexiona en una línea
de pensamiento que contempla a la ciudad como fuente y motor de cambio en la
era moderna, como “Crisoles para el cambio”. Transforma las ciudades en teatros
en los cuales se desenvuelven los actores que son los informantes de la
investigación, rescatando y
representando lo propiamente humano. En una época situada desde el Romanticismo
al Modernismo.
Las
ciudades que aborda son: San Petersburgo y Viena en la periferia media, y Río
de Janeiro y Buenos Aires, en la más alejada; tomando como centro al eje
París-Londres, que son las ciudades míticas centrales, pioneras de un destino
universal, según se consideraba entonces. Se pensaba que las ciudades que no
eran como París o Londres era por causa
de situaciones económicas arcaicas y por culturas regionales o costumbristas.
En un mundo que se volvía cada vez más ilusorio conformado por las grandes tiendas,
la influencia de la fotografía, el
nacimiento de la industria del entretenimiento, las grandes exposiciones mundiales con su
parafernalia tecnológica y sus diseños formales nunca antes vistos: todo ello
conduciendo a un destino de “progreso”.
En un mundo
en el que Haussmann había demostrado que se podía controlar a la ciudad física,
y hacerla más homogénea, y en una ciudad
como París, en la que aparecían cada vez más, monumentos de la burguesía y en
la que se daba una doble percepción: Por una lado, una reverencia a un pasado, y por otro, ser los poseedores de la “última palabra”, en lo nuevo, en moda, en arte, en “cultura
civilizada”
Morse
recurre a la literatura, la música, la arquitectura para captar lo urbano,
haciendo escala en algunos autores paradigmáticos de cada lugar. Señala que, en
esas “arenas culturales” fecundas, “se
pueden gestar principios y resistencias
capaces de rechazar, avivar o metamorfosear la inspiración modernista”.[4]
El texto
está interceptado por citas y textos.
Atravesado por las categorías de Romero respecto a Ciudades Patricias y
Ciudades Burguesas. (Ver más adelante)
Sitúa a
París, San Petersburgo, Viena, como teatros del Modernismo. París, arquetípica
como Londres, centrales y con un poder
ciego, en las que el mundo se va volviendo cada vez más ilusorio.
·
La ciudades como arenas
culturales :
1.San Petersburgo y Fedor
Dostoievsky.
Se considera
a esta ciudad, una ciudad artificial. (Creada por Pedro el Grande). Ciudad de una cultura “retrógrada” y no
“europea”. Muy alejada del eje
París-Londres, estaba destinada “a
aportar mensajes de una rara penetración” El capitalismo llegó tardíamente,
dejando aspectos que sucumbieron en occidente dando lugar a una nueva tragedia.
Dostoievsky
concibe la metrópoli como teatro, en
los cuales se desarrollan los dramas. Junto
con Balzac, Dickens y Gogol, explora la metrópolis como tema de ficción. Dostoievsky relaciona lo grotesco con la belleza,
la humillación con la libertad, y el sufrimiento con la felicidad. Cotidianiza
lo absurdo, y lo poetiza; así como a las
grandes contradicciones espirituales, lo que le vale como sello distintivo de la modernidad
occidental, y por otro lado se convierte en la inspiración para Roberto Arlt,
allá, en la lejana Buenos Aires. Comunidad y alienación; fenómenos reales y abstracción; sentido común
y espiritualidad, produjeron fuertes colisiones. Dostoievsky no cae en la nostalgia ni en la rareza de la
época: se eleva hacia un alto realismo, en el que el absurdo adquiere una complejidad existencial, una oscura belleza
que asume las veces de una nueva tragedia en el marco de su cotidianidad.
2.Viena y su fecunda
intelectualidad:
Caracteriza
a Viena como una ciudad cuna de lo filosófico y social: Capital de un imperio
arcaico, con ideas que impedían acoplarse al “progreso”. Con una represión
social en lo político, la educación, la
economía, la mujer y los hábitos sexuales. En la vida pública persiste la pompa y la elegancia de la clase
alta. Dotada de una formalidad
petrificada: su forma la cristaliza. El ring, “Ringtrasse” (anillo), barroco,
la circunda y cierra, dejando en su interior una serie de monumentos, edificios
y museos, sin coordinación, que conservan la tradición imperial. El Ring separó a los suburbios y extinguió
extensos paisajes.
Los
vieneses no eran antiburgueses como los franceses, ni se creían superiores como
los ingleses. Según Schorske, en Viena
se considera al emperador como un padre remoto
y protector.
En ese
ecléctico caldo de cultivo, proliferaban
las ideas antisemitas, que confirmaban un pasado mágico, la necesidad de
evasión, y la frustración burguesa. En esa realidad surge la opereta y el Vals vienés, danza considerada
demoníaca en un principio: era como un rito de exorcismo o de embrujo con sus movimientos
rápidos, sus remolinos embriagantes y
sus vueltas y vueltas. Más tarde, como el tango en Argentina, se va a convertir
en sello de identidad.
Los síntomas preocupantes: antisemitismo,
suicidios, convenciones sexuales rígidas, sentimentalismo en el arte, falsedad
política y nacionalismos desintegradores, dan por resultado una sociedad urbana compleja, reacia, en la
que se producen logros de vanguardia de influencia universal, que entran en
tensión con el colapso de la política liberal.
Sus consecuencias tienen resultado en un
esteticismo, hedonista y ansioso; y en una variedad de movimientos políticos de
masas: Sionistas, pangermanos, socialistas cristianos, antisemitas: todos
confluyen en una rebelión contra la razón.
Los
desafíos se generan en las contradicciones: Transformación de la cultura
produciendo un esteticismo por un lado, y por otro, movimientos de masas de
orientaciones varias. Ambos se contraponen con contradesafíos: Los artistas
consideraban a la sociedad vienesa, patológica, porque había erigido barreras
terribles para evitar la discusión sobre la opresión amurallándose en un
acartonamiento de las relaciones humanas.
En esa
periferia surge el Psicoanálisis, y el análisis de los sueños, con Freud y todos
aquellos que conformaron el Círculo de Viena;
con Adler, el que descubre el
“Complejo de inferioridad”, el ataque al adorno en la arquitectura: con Adolf Loos, arquitecto que escribe:
“Ornamento y delito”; con Shoenberg[5]
que trastoca toda la teoría musical al formular la música atonal que rompe los cánones vigentes; y con Wittgenstein,
que revoluciona la filosofía y la
lingüística con su crítica al lenguaje.
Logros que revolucionan la ciencia, la filosofía y las artes de todo el
mundo, más tarde o más temprano.
3.Transición al nuevo mundo:
San
Petersburgo y Viena son ejemplos de cómo una sociedad urbana reacia, puede
producir logros de vanguardia: la periferia se convierte en centro. Las ciudades latinoamericanas constituyen la
periferia distante y colonial. No se vislumbran sus características ni se
estudian hasta hace muy poco.
Los
españoles habían diseminado cientos de centros urbanos geométricos por todo el
continente.”La fundación, más que erigir
la ciudad física, creaba una sociedad. Y a esa sociedad compacta, homogénea y
militante, correspondíale conformar la realidad circundante, adecuar sus
elementos, naturales y sociales, autóctonos y exógenos, al designio
preestablecido, forzarlos y constreñirlos si fuera necesario. La sociedad
urbana -compacta, homogénea, militante- se constituía conformada por una
ideología y era invitada a defenderla e imponerla sobre una realidad que se
juzgaba inerte y amorfa. Era una vieja concepción de las posibilidades que
encerraban las ciudades y las sociedades urbanas: las que habían elaborado y puesto
en práctica Alejandro Magno y los procónsules romanos, los adelantados del
núcleo europeo medieval que inició la expansión hacia la periferia desde el siglo
XI. Había en el fondo de esa concepción, una teoría de la sociedad y la cultura
y una experiencia práctica que España tradujo en una política”.[6]
“Distinta concepción de los
métodos que debían utilizarse tuvieron España y Portugal. Portugal confió la
tarea a los señores que recibieron las tierras aptas para la agricultura, en
las que empezó a producirse azúcar, tabaco y algodón, y donde surgieron las plantaciones
y los ingenios, unidades económicas y sociales sobre las que se organizó la
vida de la colonia. Centros administrativos, las ciudades fueron durante largo tiempo simples factoría
que daban paso a la riqueza que se
embarcaba para Europa. Fueron los señores de la tierra los que dibujaron la
primera fisonomía del Brasil colonial, en tanto las poblaciones urbanas, artesanos
y pequeños funcionarios, clérigos y pequeños comerciantes- fueron sobrepasadas.
Y hasta el siglo XVIII sólo alguna ciudad -Salvador de Bahía, Recife- insinuaba la capacidad de influir sobre la
poderosa aristocracia terrateniente, que amaba la vida rural y residía en medio
de sus posesiones”[7]
4.Latinoamérica, 1830-1930: de
las ciudades patricias a las ciudades
burguesas.
Es la periferia
más alejada y colonizada. Colonizada por España, que utilizó la urbanización a
través de la fundación de ciudades artificiales esparcidas por todo el
territorio colonial, artificiales y geométricas, pero concretas y materiales. Y
Portugal, que coloniza primero las
tierras para cultivo, siendo que las ciudades surgen como necesidades de
establecer comercio, o como puertos de intercambio comercial.
“Así se constituyó esa tendencia
inédita de la mentalidad fundadora. Se fundaba sobre la nada, Sobre una
naturaleza que se desconocía, sobre una sociedad que se aniquilaba, sobre una
cultura que se daba por inexistente”.[8]
Después
de la independencia, aparecieron nuevas relaciones de ultramar, en ambas
colonias, pero las elites de los centros más importantes, siguieron mirando al
“centro”: París o Londres. Tras la independencia, el poder fue desmantelado, y
luego reconstruido en lo rural. Los caudillos consideraban a las ciudades
parasitarias, de las elites enamoradas de Europa y de la moda francesa, con
apegos por los orígenes, considerados por ellos, nativos, y el linaje. Las clases populares,
atraídas o condenadas por la vestimenta, comidas y manufacturas del lugar, constituían
lo local. Los “medio pelo”, en una posición intermedia, representaban una
fusión desafortunada. Lo criollo no llegaba a ser un ethos nativo: los
amerindios no eran tenidos en cuenta.
No se vio
ninguna alternativa indígena o propia. Los intelectuales no pudieron oponer
alternativas indígenas, ni espirituales, ni comunitarias. Lo propio se construye sobre la base de la
inmigración. Hay mundos aristocráticos que entran en tensión con los mundos
burgueses que se van constituyendo. “El
aniquilamiento de las viejas culturas-primitivas o desarrolladas- y la
deliberada ignorancia de su significación constituía el paso imprescindible
para el designio fundamental de la conquista: instaurar sobre una naturaleza
vacía una nueva Europa, a cuyos montes, ríos y provincias ordenaba una real
cédula que se les pusieran nombres como si nunca los hubieran tenido”.[9]
En ese
“nuevo mundo”, la música estaba contenida en un mundo aristocrático, en un
status de mundo burgués, con el romanticismo en vigencia. Era más vívida en las
periferias. La literatura no tardó en registrar la significación de la ciudad
latinoamericana, entre su “hinterland”[10],
y Londres y París. Ambivalente, accidental, vulnerable a sátiras ingenuas o malévolas de la ciudad
presuntuosa.
4.1. Río de Janeiro y Machado de
Assis:
Río de
Janeiro es un mundo en sí mismo. Es una
ciudad de burgueses en ascenso, banqueros, funcionarios, hacendados,
profesionales y comerciantes; sobre ellos, una penumbra de influyentes: nobles y
senadores; y más abajo, los funcionarios y clases dependientes, y más
abajo aún, los trabajadores más excluidos y sofocados, los esclavos. La sociedad no es un sistema de
dominación, sino un sistema de venganza institucionalizada. La burguesía es
insegura, vacilante y aspira a la aristocracia, su virtud se basa en un golpe
de fortuna o en el progreso social.
Machado
de Assis culmina su obra pensando que se debe llevar la lucha al corazón del
hombre: los cambios han de partir de cada individuo. En una realidad en la cual
la burguesía luchaba por imponer el progreso: Iluminación pública, tranvías,
carreteras, ferrocarriles… En una realidad en que los intelectuales,
escritores, técnicos, artistas, necesitarían décadas para ser escuchados.
Machado
repudia al romanticismo, no transa con el positivismo ni con el naturalismo, pero no fue ni conservador ni interpretó
dialécticamente lo que pasaba: elaboró una visión propia del espectáculo, y
sostuvo que las estructuras sociales están controladas por sentimientos y
personas individuales, y por ello todo
termina en una lucha interna de cada hombre en un universo moral. En esta
sociedad el individuo pierde el control de su destino, adopta máscaras, deforma
sus impulsos nobles y mantiene una lucha en su corazón: odio, crueldad,
codicia, indiferencia. El mundo moral está dividido en el bien y el mal.
Realiza una analogía con la Divina Comedia de Dante, en la cual Río viene a ser
el infierno.
Las
ciudades patricias[11]
durante la colonia, en el periodo de post-independencia fueron ruralizadas, y
ámbito de caudillos. El mestizaje complica aún más el panorama: El
mestizaje del criollismo genera una gran complejidad: fusión plebeya de
elementos exógenos; la fusión llegó a
ser más auténtica que las elites señoriales. América no pudo asumir fácilmente
sus culturas nacionales. Se consideraba
“bárbaro” a lo nativo, a lo amerindio, a lo mestizo o a lo medieval español. O sea, a lo
auténticamente “propio” (Recordemos a Sarmiento, con su obra en la que oponía a
todo lo europeizante como civilización, y todo lo nativo constituía la barbarie).
A partir de 1880, se convierten en Ciudades Burguesas.[12] Y
luego Sarmiento se vuelca hacia el despliegue de energías morales, no aprecia
el poder del capitalismo para la integración nacional, sino en los principios a
través de la educación universal.
Machado
de Assis, con su visión heterodoxa, termina convirtiéndose en un pilar del
establishment como funcionario ministerial y fundador de la Academia Galófila
de Letras. “Con todas sus sugerencias,
insinuaciones y fugaces perspectivas, éste resulta un mundo fragmentado,
carente de la fuerza de la unión del
amor. Aún así, y aún sin una Beatriz, hay una flor que vivirá por siempre en la
solapa del Conselheiro”.[13]
4.2. Buenos Aires, Borges y Arlt:
Buenos
Aires, el puerto cosmopolita y con su
destino de ciudad primada[14],
se consolida con gran cantidad de inmigrantes, lo que produce un relajamiento
en las familias y leyes familiares y el desplazamiento de lugares que reemplazan aquellos lazos por un
proliferamiento de entidades sociales:
Clubes y Teatros.
Morse va
realizando el análisis de Buenos Aires comparando con el Fausto de Goethe, el
Fausto de Gounod que se presentó en Buenos Aires y el Fausto de Estanislao del
Campo, como distintas facetas de los espectros culturales que se movían en
Buenos Aires. Va conformando una galería de espejos distorsionados., en las que
cabe el “ingenuo” y el “cosmopolita” como tipos opuestos. Estanislao del Campo
recrea un Fausto paisano, Anastasio el Pollo, personaje satírico ya existente
en el poema gauchesco.[15]
El poema de del Campo es una fina sátira
llena de ironías: una narración dentro de una narración.
Sociológicamente,
las estructuras de clientela familiar son fuertes. Conforman una sociedad cuasi
burguesa en la cual los poderosos de gusto refinado y los nuevos de gusto vulgar, entran en
fricción con las nuevas oligarquías que recobran su carácter patricio, y oprimen, reprimen o pacifican a los
desposeídos. El populismo, corriente entre política y social, es difícil de
definir.
Su
posición de puerto de segunda (los primeros eran Lima y Cartagena) hacen que
exista un contrabando de gran envergadura, que provee una masa cuasi-burguesa
de trepadores y delincuentes financieros. Es un verdadero “Cambalache”, en el
que se mezclan las clases populares con el lumpenaje (una especie de marginados
de las “orillas”) con el tango, en las periferias de la ciudad.[ii] Y
una intelectualidad que apoya, muchas veces, el exterminio de los grupos
indeseables, ya sea en forma de represión (la Patagonia rebelde) o de verdadero
exterminio (la campaña del desierto). Exaltaban el gusto refinado del poderoso
en contra de lo vulgar y arcaico de las masas.
Desde
1920 Buenos Aires va a convertirse en la Capital comercial e intelectual que
comienza a poner en tela de juicio a la europeización iniciando su camino hacia
lo mítico.( -¿Ciudad simbólica?- ¿Núcleo
resistente de la ciudad “letrada?). El
desafío es descifrarla: Borges desde la elite, y Arlt desde lo popular.[iii]
Arlt , hijo de inmigrantes, con su “Hombre subterráneo”, pequeño burgués o
lumpen, que se expresa a través del tango, recogiendo su principal tema: LA
TRAICIÓN. Y Borges, que ha
considerado a Buenos Aires la ciudad eterna, busca, en su madurez, distinguir
entre apariencia y realidad.[iv]
3.CONCLUSIÓN: CONFIGURACIONES DEL
MODERNISMO.
San Petersburgo y Viena: A veces
la periferia no refleja al centro.
A veces, la periferia se convierte en centro. El desencanto respecto al centro,
prepara el terreno para rehabilitar las periferias. A veces la periferia tiene
una lógica interna, que derrota las propuestas evolutivas y de superioridad de
los “centros”. “Dentro de los límites
estructurales de cada país, la acción de los grupos, clases, organizaciones y
movimientos sociales, pueden mantener, modificar o romper lazos de
dependencias. El curso de los acontecimientos emerge de una dinámica interna
sin cuya comprensión no hay ciencia política posible”.[16]
Los
latinoamericanos no ven ninguna promesa en lo nativo ni en que lo urbano
moderno genere cambios. A principios de siglo, la crisis en Europa provoca
Contradicciones: por la tecnificación, el consumismo, la alienación, la
violencia. Se convierte en modelo y en patología a la vez. Toda esta situación
propicia los nuevos análisis incorporando otros aspectos.
Existen características propias
en el Modernismo latinoamericano:
·
En
1920, San Paulo se convierte en un centro industrial actualizado. Desaparecen
sus huellas coloniales, y sus calles están atestadas de italianos, sirios y
japoneses, libre inmigración: “la conmoción de mi vida”, según Mario de
Andrade.
·
Buenos
Aires, capital comercial e intelectual. Con el modernismo tiene una plena europeización, que convive
con la cultura marginal: el tango y el cabaret: cultura regional mítica, que
termina dando su identidad a la ciudad (y al país, ups). Calles comerciales
como Florida: centro ilusorio. Borges la toma como entidad psíquica. Roberto
Arlt como una sociedad urbana que produce el hombre subterráneo. Admirando a
Dostoievsky, considera a los lúmpenes[17]
en un mundo aburrido y feroz, deshumanizado;
y a los ricos más allá de las fronteras legales.
·
El
pequeño burgués no se da cuenta de la contradicción: de su propia situación
ante los valores profesados. La traición, la cultura del tango y el sainete son
el puente entre Buenos Aires y la alienación del nuevo hombre urbano. Sus paradojas y laberintos, tienen puntos en
común con Borges,
·
Ciudades:
en el seno de sus contradicciones, son concebidas como arenas o crisoles para el
cambio.
Pronósticos Posmodernistas:
Marshall Berman[18]: Se plantea retomar los ideales
de la modernidad. Se pregunta si el
desenlace marxista será universal o local occidental. Si toda ciudad moderna se
deberá parecer a París o a Nueva York. Observa que la modernidad no se presenta
de forma homogénea: En Rusia es intrusa y conflictiva. El hombre subterráneo se
levanta y choca contra el funcionario aristocrático, con un nuevo brillo a
partir de 1905. En Francia, la fraternidad, convive con las grandes e
iluminadas vidrieras, los símbolos urbanos, los pequeños café, las plazas y sus
artistas.
América Latina: condenada a la modernidad, con
una familia de países de rumbos diferentes, con injerencia de la economía extranjera, presentando una
multiplicidad de aspectos, con artistas que, desde 1920, y escritores un poco
más tarde, sacan a la luz nuevas cuestiones que ponen fin a la racionalización
y el desencanto. Los autores se convierten en profetas. La imaginación
concebida en las metrópolis, o ciudades del interior, o selvas tropicales, o aldeas, presenta aspectos diferentes, mezcla
de gente y cosas distintas, planteando nuevas y renovadas fronteras. No podemos
encontrar características generalizables en las ciudades latinoamericanas, ni
en sus artistas, ni en su literatura.”Hilos
candentes unen de un modo complejo la
riqueza a la pobreza, los turistas a los nativos, fríos hombres de sociedad a
prostitutas, psicoanálisis a terapia de choza, hegemonía retórica a poder
popular, medios electrónicos a ritmos
tribales”.[19]
“Por un deslizamiento que ya
estaba previsto en sus orígenes, los latinoamericanos pasan a poblar una ciudad
simbólica, que es el producto del núcleo resistente que constituyó la ciudad
letrada. Esa ciudad simbólica interfiere, en un grado hasta ese momento desconocido,
con una ciudad real, fluida, que se desintegra y recompone en muy variadas
formas, oponiéndole una apariencia segura y permanente, aunque de hecho,
fluyendo ella misma con más destreza y persuasividad que la real.[20]
“El desarrollo no es un problema técnico ni
una transición guiada por tecnócratas o burócratas hacia una sociedad definida
por modelos más o menos fijados dentro de una abstracción formal derivada de la
experiencia del pasado. El desarrollo es
una aventura de los pueblos y de la humanidad”. [21]
Morse
incorpora a la investigación urbana, los procesos culturales en los procesos de
urbanización. En esa óptica, no se detiene en comprender el tipo ideal de
ciudad, ni en ver los problemas, sino
analiza a ensayistas y escritores, advirtiendo la potencia de sus obras.
Califica a las ciudades latinoamericanas como artificiales, ya que se forman
como espejos de las burocracias metropolitanas y se nutren del asalto a las
riquezas naturales del interior del continente, generando la paradoja que la
ciudad domina al campo, pero los rasgos de explotación reintroducen en la
ciudad los rasgos rurales y pre metropolitanos,
creando así los principales misterios que obstaculizaron los estudios y
comprensión sobre las ciudades de América Latina. Este camino de análisis rompe
con la idea, vigente hasta hace poco tiempo; de que acá se reproduce el modernismo con atraso,
tratando de encontrar el hilo conductor entre la ciudad colonial con la
contemporánea. “…y va a entender que las claves
de ese proceso, vienen dadas por la cultura.”[22]
Morse
obliga a ver lo que no se ve. América genera desajustes en las teorías de la modernización, incluyendo las
condiciones de dependencia como factores de subdesarrollo. El “Giro” histórico
cultural, tardó en encontrar su tiempo.
“Todo lo sólido se
desvanece en el aire.”[23]
4.OBSERVACIONES.
Me
pareció muy interesante este texto. Pero leyendo toda la bibliografía me di
cuenta que no era uno de los más simples, muy por el contrario, me costó buscar una estructura de
presentación más o menos ordenada: otros textos, como el de Ángel Rama y su Ciudad
letrada o el texto de Romero, me hubiera resultado menos complejo para analizar.
Lo elegí
porque el tema de la cultura ha sido fascinante para mi preparación, mi trabajo
y mi especialización: pero debo confesar que, el realizar el análisis de un texto en el que se
cruzan tantas ideas interesantes y de diferente calibre, manejando tantas
categorías conceptuales, y yendo y viniendo de una idea a la otra, me ha resultado dificultoso.
En el
afán de establecer un hilo conductor de las ideas principales, he dejado de
lado conceptos e ideas o aclaraciones que también son importantes. He tratado
de rescatar una idea general de lo que se implica en los procesos tan complejos
de urbanización y desarrollo, en sus relaciones que no son simples, con las
culturas, a la par de ir realizando algunas de las
relaciones con los autores o sus características expresadas en sus obras. Me ha
sido difícil también este último punto, pues todo parecía importante, y muchos
otros textos lo complementaban, así que al fin se rescatan simplemente algunas
de las ideas, y se enfatizan las que consideré de mayor influencia para su
comprensión.
“El hecho de que las
concentraciones urbanas de población y de funciones se vinculen a juegos
completos de factores históricos, institucionales, económicos y culturales,
hace que las generalizaciones sean peligrosas”.[24]
Lo que
queda absolutamente claro es que no existe la pura funcionalidad entre ciertas
acciones, hechos o tendencias y sus resultados en cuanto a urbanizaciones se
refiere. Existen infinitos factores algunos tan mínimos que no se toman en
cuenta, y que al fin suman para establecer ciertas características o caminos. Y
queda también en claro que no hay métodos ni recetas en la ciencia de lo
urbano, como no la hay en la pedagógica: nada puede reemplazar a la observación
y al esfuerzo continuado y perseverante de la
comprensión.
5.BIBLIOGRAFÍA:
-Morse, Richard, La investigación urbana latinoamericana,
tendencias y planteos. Buenos Aires,
Ed. SIAP, 1971,
…………………”Ciudades `Periféricas ´como arenas
culturales (Rusia, Austria, América Latina) (1982) En Richard Morse y Jorge
Hardoy (comps.) Buenos Aires, CLACSO, 1985.
-Rama,
Ángel, “La ciudad letrada” (1982) En
Richard Morse y Jorge Hardoy (comps.) Cultura
Urbana Latinoamericana, Buenos Aires, CLACSO, 1985.
-Romero,
José Luis: “Latinoamérica, las ciudades y
las ideas”, Buenos Aires, Siglo XXI Editores. 1976.
-Gorelik,
Adrián, "Cultura urbana latinoamericana: un canon y sus destiempos”, Revista
Brújula, 2006.
-……………….”La aldea en la ciudad. Ecos urbanos de un
debate antropológico” Revista de Antropología. Nº1. Córdoba, 2008.
-Byrne,
David, ”Diarios de bicicleta” Mondadori. Buenos Aires. 2013.
-Arlt,
Roberto, “Aguafuertes porteñas” Losada.
Buenos Aires. 2010.
-Borges,
Jorge Luis, “Fervor de Buenos Aires”,
Buenos Aires, 1923.
Arquitecta Cristina Vispo
Marzo 2014.
[1]
Wittgenstein, Ludwig (1981) p. 39
[2]
Se conoce como Escuela de Fráncfort1 (o Escuela de Frankfurt)
a un grupo de investigadores que se adherían a las teorías de Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba constituido en el Instituto de Investigación Social,
inaugurado en 1923 en Fráncfort del Meno. También se les considera
representantes de la teoría crítica que
allí se fundó. El núcleo de la teoría
crítica de la escuela de
Fráncfort es la discusión crítico ideológica de las condiciones sociales e históricas en las que ocurre la
construcción de teoría y la (así mediada) crítica de esas condiciones sociales. La relación
resulta de la pretensión de conceptualizar teóricamente la totalidad de las
condiciones sociales y la necesidad de su cambio. En la concepción de la
escuela de Fráncfort la teoría se entiende como una forma de la práctica. La
denominación teoría crítica se remonta al título del ensayo
programático Teoría
tradicional y teoría crítica
de Max
Horkheimer del año 1937. Se considera la obra principal de esta escuela la
colección de ensayos Dialéctica de la ilustración compilada y editada conjuntamente por
Horkheimer y Theodor
W. Adorno entre
1944 y 1947.
[3]
1982. En Richard Morse y Jorge Enrique Hardoy,(compiladores) Cultura Urbana Latinoamericana, Buenos Aires, CLACSO, 1985
[4]
Ídem.
[5]
Ver: http://www.youtube.com/watch?v=kpTXZDVe5Wg#aid=P94LDQqgcYg
[6]
José Luis Romero: Latinoamérica, las
ciudades y las ideas. Buenos Aires. Siglo XXI Editores. 1976.
[7]
Idem.
[8]
Ídem.
[9]
Ídem.
[10]
Hinterland: Región del interior de un pa
[11]
Ciudad Patricia: concepto de JOSÉ LUIS ROMERO, que califica a las ciudades en
dos categorías: Patricias (1830-1880), y Burguesas (1880-1930) , según los
diferentes grupos que ostentan el poder.
[12]
Sarmiento cambia sus concepciones, cuando visita Europa y ve una sociedad
jerárquica: ya no es “urbana” la civilización.
[13]
Morse, Richard: Texto objeto de este análisis. Ya citado. En cita 2.
[14]
Ciudad “primada” o que ha sufrido una
explosión demográfica, concebida como patología, según Richard Morse.
[15]
Hilario Ascasubi: Aniceto el Gallo.
[16]
Richard Morse.”Tendencias y planteos en
la investigación urbana latinoamericana” 1965-1970
[17]
Lúmpen: Grupo social formado por las personas social y económicamente
marginadas en ambientes urbanos, carentes de conciencia de clase , mendigos,
prostitutas, delincuentes.
[18]
Berman, Marshall: Filósofo marxista y escritor estadounidense. Escribe entre
otras:”Todo lo sólido se desvanece en el
aire”, tomando esta famosa frase de Marx. 1940-2013. Nueva York.
[19]
1982.Obra analizada. En Richard Morse y Jorge Enrique Hardoy,(compiladores) Cultura Urbana Latinoamericana, Buenos
Aires, CLACSO, 1985
[20]
Rama, Ángel, “La ciudad letrada”, en En Richard Morse y Jorge Enrique
Hardoy,(compiladores) Cultura Urbana
Latinoamericana, Buenos Aires, CLACSO, 1985
[21]
T. Dos Santos: 1969.
[22]
Gorelik, Adrián:”Cultura urbana
latinoamericana: un canon y sus destiempos”. Revista Brújula. Davis. 2006
[23]
Marx, Karl & F. Engels. “El
manifiesto comunista” 1848.
[24]
Copié esta cita al pie del borrador, y luego no pude encontrar el autor.
[i]
Ilustración de Portada: Daniela Páez-2013.
[ii] “Buenos Aires está emplazada lo bastante al
sur como para ocupar la zona templada que separa esta ciudad de sus vecinos
tropicales, un poco más al norte. Hay también enormes diferencias psicológicas:
los argentinos tiene a considerarse más europeos, y por consiguiente más
sofisticados, que sus vecinos brasileños. Naturalmente, ¡Ejem! Los músicos y
otros tipos de artistas, no comparten una actitud tan esnob como esa, pero en
general, es una pauta que se percibe y se observa tanto en la arquitectura como
en la cocina y la forma de vestir. “
“A pesar de que,
tanto en el sur de Brasil como en Argentina se asentaron sucesivas oleadas de
italianos y alemanes, entre otros, los argentinos probablemente negarán que
haya elementos africanos que conformen su cultura, mientras que en Brasil, más
al norte, tales elementos siguen siendo claros y visibles, y en muchas
ocasiones los brasileños se enorgullecen de su sangre y su cultura africanas.
En Argentina, los africanos prácticamente han desaparecido, pero lo cierto es
que su influencia permanece, camuflada y
negada, aunque intacta.”
Byrne, David: “Diarios
de Bicicleta”. Buenos Aires, Mondadori. 2013.
[iii] “Hay calles a lo largo de sauzales, más
misteriosas que refugios de pistoleros, y un tranvía amarillo pone, sobre el
fondo ondulado de chapa de zinc de las casas de dos pisos, su movediza sombra
de progreso.”
“En ciertas
direcciones, a las once de la mañana, en la isla parecen las tres de la tarde.
No se sabe si se encuentra uno en una orilla de África o en los alrededores de
una ciudad nueva de la península de Alaska. Pero es ostensible que los fermentos
de una creciente civilización, se están fraguando entre los chasquidos de
idiomas raros y los ´overoles´ de los hombres, que cruzan lentamente caminos
paralelos a vías que no se sabe adónde irán a parar.”
Arlt, Roberto: “Aguafuertes
porteñas” Buenos Aires, Losada. 2010.
[iv]
Jorge Luis Borges; Buenos Aires:
BUENOS
AIRES
Y la ciudad ahora es como un plano
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
Y la ciudad ahora es como un plano.