SUSAN
SONTAG:
“No
se es artista de un único modo, porque algunos experimentan la plenitud del significado, y otros viven con la
incertidumbre de que algo, finalmente, pueda ser dicho.”
Una gota en el lienzo te abre puertas a un mundo posible:
el color se desarrolla de maneras un poco previstas, otro poco
circunstanciales. La mancha es una
promesa inconclusa. Se desliza suave, se acelera, se bifurca, se mezcla,
desaparece y luego aflora sobre las otras, se craquela a veces, otras
simplemente se integra al conjunto. A veces es protagonista. Otras, toma una
posición modesta, apenas perceptible.
Nunca es igual ni previsible, sino en pequeña medida.
La red te propone otros caminos: cuando tomas uno te das
cuenta cuantos hay que no tomaste. Y luego puedes retomar el punto de partida y
realizar una variante, y otra, y otra, y cuando crees que están todas, nuevas
posibilidades surgen. Combinaciones. Casi infinitas.
1
A veces la realidad te abruma. La fuerza interna que te
impulsa a ir hacia algún lado, la que te da el motivo y la oportunidad, a veces
se confunde ante los sucesos que se arremolinan, se expanden, abarcan cada vez
más espacio y tiempo. Cuando los acontecimientos son de una magnitud
importante, y generan situaciones difíciles de sobrellevar, el instinto de
preservación busca puertas por donde
escabullirse.
2
El instinto y la
voz en tu cabeza, que es el eco de muchas voces, recrea el mundo de manera de
hacerlo habitable, y lo recorta para que en tu visión te pueda contener en un
espacio confortable, entendible, explicable…que se pueda llevar bien de alguna
manera con el mundo que te dicen, el que te cuentan, el que te es familiar
porque en él, te mueves.
3
A veces, por más que te esfuerzas, no ves en el mundo en
que te mueves, el mundo “real”, nada comprensible. Las estructuras que lo
mantienen unido, son invisibles para ti.
En ese instante el caos predomina, y no alcanzas a ver las leyes que lo
mantienen en un estado casi sólido.
5
Entonces, la puerta que se abre, tiende a generar una
estructura imaginaria, una estructura que, de pronto, hace que todas las piezas
encajen y se unan en una trama no siempre igual, pero que comienza a tener
sentido.
6
El propio círculo de tu propio mundo nunca se completa
del todo. Se va generando una y otra vez, fiel a su dirección, dejando un espacio para permitir encontrar nuevas
puertas, nuevas relaciones en la red, que te permitan seguir moviéndote.
7
La red es infinita. O lo parece. Y son innumerables las
variaciones de relaciones posibles. Una vez que comienzas a jugar, el recorrido
se regenera siempre igual, siempre distinto…
Con dos o tres reglas, miles de combinaciones con algunas pocas variables.
8
Y las cosas nunca son las mismas: cuando giraron o
avanzaron, o crecieron, ya no son iguales, ya son diferentes. Y el mundo que
crean a su alrededor, también.
La realidad, esa urdimbre acumulada y superpuesta, de vez
en cuando nos presta un intersticio por donde se cuelan nuestras esperanzas.
9
Sólo nuestras obsesiones proyectan quietud en una
realidad en movimiento. Nada está quieto. Todo fluye irremediablemente. Y nuestro afán no tiene solución viable. La
eternidad se mueve incansable.
Llegamos hasta aquí. Y sin darnos cuenta, seguimos
girando en un universo que no sabemos hacia adonde va…
10
La mancha, sinónimo de azar, da profundidad a la obra,
inicia un principio de orden, desconocido pero activo; y contenido, que se despliega
sutil en el misterio de las formas.
Decía Hans Arp: “Un significado primordial y secreto que dormita bajo el mundo
de las apariencias.”
11
Las cosas no son simplemente como se ven. Los objetos se
expanden más allá de los límites de la apariencia. El hombre no percibe cosa alguna por entero o
lo comprende completamente, decía Kandinsky: “Todo tiene un alma secreta que
guarda silencio con más frecuencia que habla.”
12
La mancha sin estructura, casi caótica, un río de
pigmento hirviente; de colores, líneas y planos, líneas y puntos, nos emociona y a la vez nos
perturba. Se puede considerar la primera materia o el caos. Y es el punto de
partida para la búsqueda de la esencia del ser y de la vida: “Representar la
nada, que es el todo, el propio inconsciente.”
13
Vencer la melancolía del vacío, la necesidad de una
búsqueda constante de la expresión, se representa en la pintura con un fondo
inesperado, un sentido oculto, pero a la vez manifestando una semejanza con las formas de la
naturaleza: Nuestra motivación y nuestro deseo.
Cristina Vispo
Fabiana Prieto
Octubre 2013.
Octubre 2013.