Prof. Cristina Vispo
La
hostilidad:
Estamos viviendo tiempos raros. En que
las noticias nos invaden, nos influyen, nos provocan diversos sentimientos y
anhelos. Estamos inmersos en una sociedad cada vez más amplia, nuestros
pequeños círculos cotidianos a veces se marean en el marco inmenso de tantas
ideas que van y vienen en el mundo en el
cual nos movemos. A veces, llevamos, es
casi inevitable, pequeños desengaños, deseos frustrados, vivimos injusticias
menores o más grandes, y, también, a veces,
estas experiencias nos generan sentimientos y emociones no gratas. Así es que acumulamos enojos
varios, desaires, malos modos, y, a veces sin querer, nos contagiamos y
reaccionamos contra personas, grupos,
organizaciones o instituciones, con fastidio. A
veces, los prejuicios colaboran, a veces la sucesión de hechos desafortunados,
a veces el cansancio, la desazón, la desesperanza, nos llevan a ser, también,
individualmente o en grupo, hostiles.
Del
latín hostilitas: algo
contrario o enemigo. Se refiere desde la acción hostil hasta la agresión
armada./ Oposición, enemistad, antipatía.
La hostilidad, por lo tanto, implica
una conducta abusiva y
agresiva que puede reflejarse en violencia emocional o
física. Puede ser ejercida por una persona, un grupo
pequeño o una gran cantidad de gente y estar dirigida, de igual forma, a uno o
más sujetos. Existe la hostilidad de una persona hacia otra, lo que supone un
enfrentamiento entre dos sujetos, pero también la hostilidad de un país hacia
otro (una situación que puede llevar a una guerra).
Los
niños que deben soportar el acoso escolar, las mujeres que sufren el abuso de
sus parejas, los trabajadores que se enfrentan al acoso laboral y los
extranjeros discriminados en su nueva tierra son algunas de las personas
víctimas de la hostilidad de distintos grupos.
El
comportamiento hostil
puede reflejarse de diversas formas. Algunas hostilidades son sutiles y se
expresan mediante la ironía, la burla o la antipatía.
En
otras ocasiones, la hostilidad es más directa, con actos y expresiones verbales
que buscan importunar o intimidar a la persona hasta causarle un daño físico o
emocional: “Mejor no hables
más, si lo único que sabes es decir pavadas”, “Un compañero me golpeó porque me
saque un diez en la evaluación de matemática”, “No me interesa tu opinión, nunca
aportaste ninguna idea inteligente en esta empresa”.
Emociones Negativas: La
Hostilidad
Definición
Actitud social de
resentimiento que conlleva respuestas verbales o motoras implícitas. Plutchik[1]
la considera como una mezcla de ira y disgusto, asociada con indignación,
desprecio y resentimiento, y Saul [2]como
una fuerza motivante (consciente o inconsciente), dirigida a injuriar o
destrozar algún objeto, estando acompañada usualmente la hostilidad por el
sentimiento o emoción de ira.
Características
- · La hostilidad es un sentimiento
mantenido en el que se dan lugar el resentimiento, la indignación, la acritud
y la animosidad. Es una actitud cínica acerca de la naturaleza humana en
general. Y en situaciones puntuales puede llegar al rencor y la violencia,
aunque lo más frecuente es que la hostilidad sea expresada en modos muy
sutiles, que no violen las normas sociales.
- · La hostilidad implica creencias
negativas acerca de otras personas, así como la atribución de que su
comportamiento es antagónico o amenazador para nosotros. La atribución
hostil se refiere precisamente a la percepción de otras personas como
amenazantes y tienden a producir reacciones agresivas contra ellas.
1. Los desencadenantes
de la hostilidad son la violencia física y el sufrir hostilidad indirecta. Se
desencadena cuando percibimos o atribuimos en otras personas, hacia nosotros o
hacia personas queridas de nuestro entorno, actitudes de irritabilidad, de
negativismo, de resentimiento, de recelo o de sospecha.
Podríamos decir que la hostilidad es una
emoción "contagiosa".
2. El procesamiento
cognitivo de la hostilidad se produce ante situaciones que suceden
lentamente y ante las que se posee un cierto grado de predicción. El suceso
obstruye los planes previstos por la persona. Y, por último, presenta un
relativo grado de urgencia para afrontar tanto el suceso como sus
consecuencias.
En lo que se refiere a la
valoración de la posibilidad de afrontar la situación, el motivo causante de la
misma es la intención o la negligencia de otra persona. En tales condiciones la
persona valora que las consecuencias pueden ser controladas y cierto grado para
afrontar la situación así como para adaptarse a ella..
Por último, se estima que
lo sucedido no está de acuerdo con las normas sociales y personales que podrían
considerarse como aceptables.
3. Efectos
- Efectos subjetivos.
La hostilidad implica
usualmente sensaciones airadas. Incluye varios sentimientos como: el enojo, el
resentimiento, el disgusto o el desprecio.
Barefoot[3] describe el componente subjetivo de la
hostilidad como sentimientos negativos hacia otros, la conducta de los demás
pueda ser interpretada como antagonista o amenazante, y puede servir como
justificante de la hostilidad que se posee hacia las conductas antagonistas de
otros.
Hace una distinción entre cinismo
(creencias negativas acerca de la naturaleza humana en general) y atribuciones
hostiles (creencias de que la conducta antagonista de otros está dirigida
específicamente hacia nosotros mismos).
- Actividad Fisiológica
Son básicamente similares a los de la ira, pero más moderados en
intensidad y, a cambio, más mantenidos en el tiempo y resistentes a la
habituación.
- Afrontamiento:
Estado de humor negativo,
caracterizado por expresiones de irritabilidad. La manifestación de la
hostilidad es similar a la de la ira pues está muy relacionada con agresión.
Podemos
encontrar varios tipos de hostilidades:- Acosando
a la víctima con burlas, insultos, persiguiéndola en todo momento sin
dejarla respirar y haciendo su vida un infierno.
- Las
bromas que van dirigidas a una persona pueden llegar a ser una amenaza
para la victima de tal burla llagando a desembocar en acciones hostiles
tales como otras burlas o incluso las agresiones para defenderse.
- Llevar la
contraria de forma desafiante y violenta puede ser otro caso de
hostilidad.
- Mantener
con una persona una actitud odiosa y antipática puede provocar reacciones
hostiles.
- Podemos
expresar la hostilidad como fastidio al escuchar a alguien, al atenderlo
en algún servicio, al contestarle de manera desatenta, etc.
- Se puede
expresar con el gesto, con la actitud , con el tipo de lenguaje o con la
acción.
Según el blog: FISOSOFEANDO:
“Cuando una persona realiza
acciones de manera hostil sufre cambios en su organismo, tales como que la
presión arterial aumenta y se descargan en la sangre hormonas como la
adrenalina que hacen desencadenar a reacciones violentas y peligrosas. Cuando
una persona es hostil continuamente la presión arterial se mantiene alta
constantemente, y eso puede llevar a que esa persona sufra enfermedades graves
como ataques cardiacos, diabetes de tipo 2 u otras enfermedades.
Cuando la hostilidad pasa a
las agresiones y a la violencia como peleas, discusiones violentas o incluso
conflictos armados, se pueden ocasiones diversas lesiones, incluso llegando al
caso más extremo como la muerte, tanto para el que recibe las agresiones como
para el que las realiza, ya que en ocasiones puede llevar a que la victima
reacciones violentamente y contrarreste al agresor.
Las personas hostiles no
suelen sufrir daños físicos, sino daños psicológicos, ya que ven que están envueltos
en una batalla contra el mundo de la cual tienen que acabar vencedores. Debido
a ello muchos sufren estrés e incluso deficiencias en el organismo debido a la
presión arterial.
Principalmente como
víctimas de las agresiones hostiles encontramos a las mujeres, a los niños y
hombres que sufren violencia domestica por parte de sus parejas sentimentales.
Las víctimas suelen presentar unas condiciones de debilidad psicológica que en
algunos casos llevan al suicidio, o quedan secuelas de miedos, culpabilidad,
trastornos emocionales o sentimientos de que no valen para nada, provocados por
los insultos y las agresiones sufridas.
El miedo puede estar
relacionado con la pérdida de sus propios valores debido a las continuas
agresiones por parte de la persona que la trata mal y que la degrada con
insultos, amenazas o agresiones físicas.
Las personas agredidas
sienten miedo, angustia, malestar, tienen marcas de los maltratos y agresiones,
y no son felices.
El suicidio suele estar
relacionado con la búsqueda de la libertad, de escapar de una situación que no
se puede aguantar y no te deja vivir tranquila. Esas situaciones de deben a que
la persona no es feliz, no encuentra motivos para seguir viviendo e intenta
acabar con su malestar y su impotencia quitándose la vida.
Otra consecuencia es la
resignación ante no poder hacer nada, de no ser aceptado por la sociedad y
marcharse a un lugar apartado de todo el mundo, de todas aquellas personas que
puedan volverse hostiles por su presencia. Esta manera de pensar es positiva
para la victima de las agresiones ya que se libraría de los ataques violentos y
no le podrían causar más daño, pero es un método que no lleva a la integración
de la persona y a que la persona en si se sienta desplazada y fuera de la
sociedad.
Desde mi punto de vista la
hostilidad es algo que todos llevamos dentro, que no podemos evitar, pero que
podemos controlar y no dejarla salir, puesto que si la hostilidad se apodera de
nosotros no podemos controlarla y nos puede llevar a realizar acciones que no
queremos, que son perjudiciales para las personas que reciben la acción
hostil, pero sobre todo son dañinas para las personas que realizan la acción,
ya que en casos extremos puede llevarlo a la muerte.”
La hostilidad puede ser considerada
una emoción negativa. Pero la reacción hostil va cargada de emociones y
sentimientos sobre ideas que la originan que provienen del campo socio
cultural.
·
Somos hostiles cuando sentimos rechazo a
alguien o a un grupo. Muchas veces la
hostilidad se genera por la sensación de amenaza, inmediata, mediata o
imaginaria.
·
Muchas veces la hostilidad está fundada en
pensamientos discriminadores que originan prejuicios, o en ideas políticas,
religiosas, de clases sociales o raciales. Cuando estas ideas generan
categorización, y aunque no hayan evidencias, se convierten en algo concreto y
se toman por definitivas, se generan prejuicios que a veces rigen la conducta,
y, patológicamente pueden generar reacciones violentas o agresivas. Pensemos en
las reacciones contra las brujas de la inquisición, que provocaron la ejecución
pública, en el ku-klux-klan que
perseguía y asesinaba a las personas de raza negra en EEUU, en las matanzas de
niños por otros niños en las escuelas; en el holocausto, en la persecución
política de tantos estados, en la historia, como casos extremos.
·
A veces, formamos parte de grupos, con los
cuales compartimos semejanzas de ideas o creencias, y sentimos rechazo a grupos
que tienen otras ideas. El rechazo puede variar desde la discriminación verbal,
la burla, la ironía, hasta la acción
violenta. Habría que pensar y reflexionar acerca de las diferencias que generan
el rechazo, los tipos y grados de rechazo, la categorización y la
interpretación de las diferencias.
·
La hostilidad de parte de alguna persona hacia
otra, o de un grupo hacia una persona u otro grupo causa efectos en la persona
rechazada, creando a veces, conductas de pasividad o agresión,
y otros efectos psicológicos que oscilan entre aquellos.
·
La hostilidad a veces se manifiesta en
rótulos que llevan carga emocional y que generan estereotipos sociales.
·
Habría que reflexionar bastante acerca de la
educación, ya que el proceso educativo no está descontaminado de prejuicios
variados junto a valoraciones de diferente tipo que se originan en concepciones
sobre el hombre, la religión y la sociedad. Por ejemplo “los nenes no lloran”
“las nenas tienen que estar bonitas”, “no te juntes con…. “Estos principios,
descalificaciones varias, rótulos, etc. Traen aparejadas conductas prejuiciosas
en los que ejercen la hostilidad y respuestas agresivas contra sí o contra
otros de parte de aquellos sobre los cuales se ejerce.
Recursos
contra la hostilidad:
·
Pensar, reflexionar acerca de la
consideración del “otro” es fundamental para entenderlo.
·
Escuchar es necesario para comprender.
·
Ejercitar la tolerancia: respetar otras
ideas, dar participación a todos, no burlarse de costumbres, ropa, rituales,
formas de hablar o contexturas físicas, comprendiendo que todos somos
diferentes, y: NO INCULCAR ESTAS ACTITUDES HOSTILES A LOS NIÑOS. Tener en
cuenta que los procesos educativos de tolerancia-prejuicio son procesos muy
complejos.
·
VALORAR
la diferencia como principio positivo.
·
Promover la educación intercultural.
·
Reflexionar sobre la adquisición de
prejuicios: este es el primer paso para librarse de ellos.
·
No usar categorías de pensamiento demasiado
simples. (negro, sucio, mugriento, grasa, etc.), Dramatizar: intercambiar roles
entre los hostiles y los que son
hostilizados.
·
Trabajar sobre los rasgos que producen la hostilidad,
y verificar que son rasgos que: o pueden cambiar, o pueden ser aceptados.
Pensemos por ej. En los adolescentes. La adolescencia como un estado que
produce ciertos rasgos y no conductas individuales no aceptadas.
·
Tener cuidado con las lealtades excesivas que
pueden producir dogmatismo, lo que puede
llevar al prejuicio y a la hostilidad para aquellos que no la comparten.
Pensemos en los testigos de Jehová y los símbolos patrios.
·
Reflexionar sobre los “rumores”, que muchas
veces crean conductas hostiles.
Cristina Vispo
Noviembre de 2014.-
Bibliografía:
Tomada de Internet, fuentes citadas.
[2] Saul: Ver: http://apuntesgradopsicologia.com/wordpress/wp-content/uploads/2012/05/emocion-resumentema-8.pdf
como podemos comprender mejor el acoso escolar
ResponderEliminarpara ayudar a nuestros seres queridos ?